martes, 15 de noviembre de 2016

ESPERANZA EN LA NUEVA LEGISLATURA

Se inicia una nueva legislatura y puede ser un buen momento para reflexionar sobre lo que necesitamos en Justicia para que sirva para defender los derechos de los ciudadanos, para que pueda mantenerse garantista, y para que sea también esa vía de control de ejecutivo y legislativo base de un Estado de Derecho

De momento mantenemos Ministro, Rafael Catalá, uno de los artífices junto con Gallardón de uno de los períodos más oscuros para la Justicia en España:

  • por la aparición de la Ley de Tasas, que eliminaba la posibilidad a miles de ciudadanos, de defender sus derechos ante la Justicia. Aparición que coincidió con el inicio de las demandas de usuarios contra las entidades bancarias por productos como las preferentes o las clausulas suelo.
  • porque no hay Juzgados de nueva creación en este período, provocando el colapso más absoluto en los juzgados, dilatando de manera insoportable para los ciudadanos, los procesos judiciales
  • porque no ha habido inversión en Justicia, careciendo los juzgados de los materiales más básicos para desarrollar su trabajo, materiales cómo papel y bolígrafos, y ya no hablemos de material informático o tecnológico
  • porque se han elaborado y aprobado leyes que han recortado los derechos de los españoles
  • porque la situación de los abogados adscritos al turno de oficio es, cada vez, más indigna
  • porque digitalizar la Justicia no es imponer un sistema nefasto como LexNet, sin dotar de medios a los juzgados y obligando a los abogados a utilizar un determinado software sólo para las notificaciones.
  • porque digitalizar la Justicia no agiliza sino se dota de medios a los juzgados, sólo se esconden las montañas de expedientes a ojos ajenos.
  • porque mantener un sistema politizado de nombramiento del Consejo General del poder judicial es síntoma de pretensiones de influir en los jueces
  • porque no pueden eliminarse los jueces de la instrucción, a favor de los fiscales, cuando estos dependen orgánicamente del Gobierno, lo que hace que, algunos, no actúen en defensa de la legalidad sino de otros intereses (vease Horrach)

Pero nos queda esperanza, porque esta legislatura no se abre con mayorías absolutas, sino que van a tener que sentarse y escuchar, van a tener que realizar pactos, y, esperamos uno imprescindible que es un Pacto por Justicia. 

Seria una gran noticia para todos los españoles que ese Pacto por Justicia incluyera, como mínimo, estos puntos:

  • el incremento del presupuesto destinado a Justicia
  • un estudio de los partidos judiciales, con el fin de establecer qué juzgados es necesario crear, qué servicios adscritos son necesarios y qué medios personales y materiales son los óptimos para dar fin al colapso de los juzgados que vulnera, no sólo lo principios más elementales de la Justicia, sino los propios derechos de los trabajadores por las condiciones en las que deben realizar su trabajo
  • la derogación de Ley de Tasas Judiciales, incluidas las autonómicas
  • la dotación a los juzgados de cuerpos de peritos judiciales en las materias propias de cada una  de las especialidades
  • la dignificación de los módulos de pago de los letrados adscritos al turno de oficio, y su abono mensual
  • el mantenimiento de la investigación en manos de los jueces de instrucción, cesando los intentos de atribuirla al Ministerio Fiscal
  • la eliminación de los indultos, salvo en situaciones tasadas
  • el mantenimiento del Registro Civil en el ámbito de Justicia, cesando la propuesta de privatizarlo
Esperamos que, no sólo los grupos políticos, sino los representantes de la Abogacía, sean capaces de ver más allá y dotarnos, por fín, de una Justicia real, efectiva y eficiente, que sea ejemplo y no vergüenza, que sea justa y no tardía, que sea accesible y no privada, que sea digna para todos.





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