Soy
consciente de que escribo estas letras sin lucir la #T que hasta hace unos días
mostraba orgullosa en mi perfil, si bien ha sido necesaria su desaparición por
razones personales, y por ello quiero hablaros de lo que significa #T sin la
#T.
Cuando
hace más de un año comencé a seguir los mensajes de aquellos locos que luchaban
por la Justicia y lucían una #T roja en su avatar, no podía ni siquiera
sospechar lo que cambiaría mi vida por una sola letra.
Sin
saber muy bien qué significaba aquello, observé que se luchaba por unos valores
que me atraían, comprendí que aquellas denuncias públicas eran las mismas
protestas que de forma solitaria refunfuñaba en mi despacho cuando me veía en
la obligación de hablar de tasas judiciales a los clientes, cuando veía sus
caras al informarles de retrasos en sus procedimientos. Y pensé que tenía que
hacer algo, que era necesario dejar de hablar en el despacho y salir a unirme a
las luchas.
Le
pedí a José Muelas que me pusiera la #T y comencé a vivir enganchada a una red
social para enterarme de los avisos de cargas. Posteriormente me invitaron a
participar en una Brigada, y conocí a quienes formaban parte del enjambre.
Me
encontré envuelta en noches en vela, en llamadas telefónicas, en envío de
mensajes a periodistas que ni siquiera conocía, con la esperanza de que dieran
difusión a nuestro trabajo, que nos publicitaran, incluso comencé a ilusionarme
con cada logro del enjambre.
Pero
quiero explicar, ahora que estoy fuera de él, que el enjambre en realidad es
mucho más que eso, mucho más de lo que se muestra en internet. El enjambre lo
forman personas que tienen un corazón generoso, para luchar por los derechos de
todos; personas trabajadoras, porque además de sus trabajos se esfuerzan para
sacar tiempo y preparar mensajes, fotografías, contactos, reuniones… y ese
tiempo se lo roban a su ocio, su familia y su propio trabajo; personas
sensibles y con empatía; personas luchadoras y lo más importante, siempre
puedes contar con alguien, desde el saludo de buenos días que nunca falta,
hasta la despedida de la noche, pasando por los consejos profesionales, por los
virtuales abrazos personales, y por las bromas entre compañeros.
Es
curioso cómo personas con distintas filosofías, distintas ideologías, distintas
tendencias políticas y que en muchos casos nunca se han visto en persona,
pueden llegar a formar un grupo de lucha tan poderoso, pueden arrastrar a
tantas personas, pueden llegar tan lejos y pueden influir tanto en un tema tan
socialmente importante como es la Justicia, sin caer en la tonta trampa del
politiqueo, o de las influencias, únicamente guiados por la idea de una
Justicia para todos, de todos, sin distinciones, cercana y con medios.
Y
ahora que no luzco mi #T, tengo que reconocer que, como si de una adicción a
una sustancia psicotrópica se tratara, no puedo desengancharme de ella, y
espero los saludos de buenos días, y espero las noticias, las reivindicaciones,
las bromas; permanezco expectante para ver qué se le ha ocurrido a la artista
de las fotos, sonrío con los hastag inventados por estas creativas mentes,
comparto pequeños y virtuales momentos personales de cenas y fotos, y sobre
todo, sé que desde que entré a formar parte de este enjambre, nunca, ni
personal, ni profesionalmente, he estado sola. Algo tendrá la #T.
Marta Brox @BroxMarta
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